El charas en un hachís hecho a mano, elaborado a base de la extracción de la resina de los cogollos de la marihuana y típico de las regiones del norte de India, Pakistán, Nepal y, en general, de la cordillera del Himalaya. Este hachís se realiza empleando genéticas indicas, que son las típicas de esta región del planeta. La producción de esta extracción de calidad es una tradición arraigada en la zona del valle Parvati y Cachemira desde hace siglos y que supone una importante fuente de ingresos para los habitantes de esta recóndita zona del globo terráqueo. De hecho, el charas que se produce mediante cepas de estos dos valles es muy apreciado por su elevada concentración de THC que lo hacen muy potente. La extracción de charas de esta zona se conoce en todo el mundo como “crema malana”.
Historia del charas
La zona del Himalaya y, en general, el Hindu Kush, es una región en la que se ha cultivado cannábis desde tiempos inmemoriales. El potente hachís de la zona se ha empleado tanto para el ocio como para ceremonias religiosas hindús y tratamientos medicinales u espirituales. De hecho, esta sustancia prohibida en la actualidad, al igual que el opio, era comercializada en establecimientos gubernamentales durante los tiempos de la ocupación inglesa en la India. Posteriormente fue prohibido y perseguido hasta que en la actualidad vuelve a estar de moda y las autoridades han adoptado posturas más pasivas respecto al cultivo y el consumo del charas. Tanto es así que, en 2013 se lanzó una película que tenía como protagonistas a unos jóvenes que iban a dicha zona buscando un tipo de chara muy potente conocido como Kerala Gold.
La zona del Himalaya y, en general, el Hindu Kush, es una región en la que se ha cultivado cannábis desde tiempos inmemoriales. El potente hachís de la zona se ha empleado tanto para el ocio como para ceremonias religiosas hindús y tratamientos medicinales u espirituales. De hecho, esta sustancia prohibida en la actualidad, al igual que el opio, era comercializada en establecimientos gubernamentales durante los tiempos de la ocupación inglesa en la India. Posteriormente fue prohibido y perseguido hasta que en la actualidad vuelve a estar de moda y las autoridades han adoptado posturas más pasivas respecto al cultivo y el consumo del charas. Tanto es así que, en 2013 se lanzó una película que tenía como protagonistas a unos jóvenes que iban a dicha zona buscando un tipo de chara muy potente conocido como Kerala Gold.
Aunque la forma tradicional es mediante un Chillum, también se puede liar una barra de charas con tabaco, como si de un porro de hueva se tratará. Otra opción pueden ser las pipas, cachimbas o bongs.
¿Cuáles son las mejores variedades para la producción de charas?
Como se ha mencionado anteriormente, las mejores variedades son las cepas indicas, que son las tradicionales de la zona de Himalata. Ahora bien, el charas se puede elaborar mediante cualquier marihuana que contenga altas concentraciones de resina. De hecho, esa es la principal característica necesaria para poder elaborar charas, una marihuana completamente cubierta de cristales de resina. Cuanta más resina tengan los cogollos, más fácil, rápida y cuantiosa será la extracción. Por ejemplo, las cepas de genética Kush son siempre una buena opción para realizar este tipo de extracciones.
Como se ha mencionado anteriormente, las mejores variedades son las cepas indicas, que son las tradicionales de la zona de Himalata. Ahora bien, el charas se puede elaborar mediante cualquier marihuana que contenga altas concentraciones de resina. De hecho, esa es la principal característica necesaria para poder elaborar charas, una marihuana completamente cubierta de cristales de resina. Cuanta más resina tengan los cogollos, más fácil, rápida y cuantiosa será la extracción. Por ejemplo, las cepas de genética Kush son siempre una buena opción para realizar este tipo de extracciones.
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